Los libélites son sustancias ternarias: en su composición entran el carbono, el hidrógeno y el oxígeno. Son al mismo tiempo plásticos y energéticos, pues concurren tanto para la reparación de las pérdidas materiales del organismo, como para el suministro de energía.
Constituyen sustancias de reserva en nuestro organismo. Se forman de ácidos grasos y glicerina, unidos en forma de ésteres. Desempeñan un importante papel termogénico, ya que proporcionan más calor que los propios glúcidos. Por eso, es razonable ingerir más grasas en invierno que en verano.
Normalmente, necesitamos 0,70 g por kilo de peso, por día. Los alimentos vegetales ricos en grasas son los siguientes: aguacate, maní, aceituna, cajú, castaño, coco, coco catolé, girasol semilla, nuez y soja.