Como fruta, no hay quien no aprecie la fresa, sea en su estado natural, sea preparado en conserva. Antes de su uso, la fresa debe lavarse cuidadosamente, lo que es indispensable desde varios puntos de vista. Es que los horticultores combaten las plagas de las fresas con ayuda de compuestos de cobre y otros fungicidas e insecticidas venenosos. Y puede haber horticultores no esclarecidos o inescrupulosos, que riguen sus plantaciones con agua de fosa. De ahí el gran peligro de tifus, paratifo, y otras molestias contagiosas. Si la fresa es de procedencia dudosa, debe ser bañada en zumo de limón, que aleja el peligro de que estamos hablando. Cuando sea necesario guardar la fresa por uno o dos días, se puede colocar en ligeras capas sobre un tamiz y guardarlo en un lugar suficiente fresco. La fresa, sólo o en mezcla con otros alimentos, se sirve para una comida sana y nutritiva. Siempre que sea posible, se debe preferir la fresa, como, por otra parte, cualquier otra fruta, al natural. El crudo es incomparablemente mejor que el cocido. Sin embargo, también en la ejecución de innumerables recetas - pasteles, tortas, pudines, jaleas, cremas, caldas - la fresa presta buenos servicios.