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Debemos lavar las frutas cuidadosamente

Los fruticultores suelen pulverizar sus frutas con insecticidas y fungicidas destinados a impedir la acción de insectos, hongos y otros microorganismos, que podrían devaluar sus cosechas. Estas sustancias se producen a base de sulfato de cobre, cuyos efectos se muestran suficientemente seguros. Esta es la razón por la cual varias frutas - uvas, higos, etc. - muchas veces se nos presentan espolvoreados de azul o de verde. Son residuos secos de sulfato.
Esta sustancia protege las frutas, pero es venenosa, e incluso peligrosa, para el organismo humano. Un científico, que hizo un meticuloso estudio sobre la maduración de las frutas, anuncia que en su opinión esos alimentos pueden ser peligrosos, cuando se ingieren sin ser lavados, porque los fruticultores suelen rociar las frutas con sustancias venenosas, para matar insectos y gusanos, quedando parte de esa sustancia impregnada en la cáscara. Este científico verificó serias enfermedades resultantes de esos venenos, por lo que advierte a todos los consumidores de frutas a que las laven cuidadosamente, a fin de liberarlas de las sustancias venenosas.
El cuidado de remover de la superficie de las frutas todo y cualquier residuo de materias tóxicas, cabe, lógicamente, al consumidor. Por eso nunca es demasiado insistir, repetidamente, en que las frutas sean lavadas una a una. No es suficiente dejar correr agua sobre ellas; es necesario frotarlas ligeramente. Y eso en cualquier caso, aunque no haya señal de presencia de cualquier residuo de sulfato y sus acompañantes. Es que pueden estar ocultos en puntos mal visibles. En muchos casos no basta lavar las frutas; es necesario descascarlas.