Revise sus hábitos alimenticios. Además de intentar reducir el consumo de carne, también evita el desperdicio de alimentos. La pérdida y el desperdicio de alimentos genera entre el 8% y el 10% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por los seres humanos, según un nuevo informe sobre el cambio climático. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha advertido durante años sobre la magnitud de este problema: casi un tercio de todos los alimentos que producimos (1.300 millones de toneladas al año) se pierde o desperdicia. También según la ONU, alrededor del 38% de los recursos energéticos consumidos por el sistema alimentario mundial se utilizan para producir alimentos perdidos o desperdiciados. Esto se debe no solo a ineficiencias y limitaciones en los sistemas de producción y suministro de alimentos, sino también durante el consumo. La prevención de la pérdida de alimentos puede contribuir a reducir las emisiones del sector agrícola, reducir la presión sobre los recursos naturales y evitar la necesidad de reconvertir tierras y ampliar la frontera agrícola.