Cada año, aproximadamente un tercio de los alimentos producidos en el mundo se tira a la basura. La producción de estos alimentos también genera emisiones que pueden desequilibrar el efecto invernadero. Para evitar el desperdicio en casa, trate de comprar menos y solo lo necesario. Evita hacer un gran stock de comida e intenta consumir lo que ya tienes. Los alimentos sobrantes pueden servir como ingredientes para otras recetas o congelados para su consumo en el futuro.