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Cáncer de labio y cavidad oral

 Fuente: INCA y OMS

El cáncer de boca, también conocido como cáncer de labio y cavidad oral, es un tumor maligno que afecta los labios y las estructuras de la boca, como las encías, las mejillas, el paladar, la lengua y la región debajo de la lengua. Datos del Ministerio de Salud revelan que la enfermedad está más presente entre los hombres y que el 75% de los casos se diagnostican en un estadio avanzado y en individuos mayores de 50 años.

El diagnóstico de cáncer de cavidad oral generalmente se puede realizar con un examen clínico, pero la confirmación depende de la biopsia. Algunas pruebas de imagen, como la tomografía computarizada, también ayudan en el diagnóstico y, principalmente, ayudan a evaluar la extensión del tumor.

Prevención

Las principales formas de prevenir la enfermedad son: evitar el consumo de bebidas alcohólicas, llevar una dieta rica en frutas y verduras, mantener una buena higiene bucal y utilizar condones durante la práctica del sexo oral. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la prevención puede ayudar a reducir la incidencia de cáncer hasta en un 25% para 2025.

La visita periódica al dentista también favorece el diagnóstico precoz del cáncer bucal, ya que permite la identificación de lesiones sospechosas.

Síntomas

Los principales signos a observar son: lesiones en la cavidad bucal o en los labios que no cicatrizan por más de 15 días; manchas / placas rojas o blanquecinas en la lengua, encías, techo de la boca o mejillas; nódulos en el cuello; y ronquera persistente.

En casos más avanzados se observa dificultad para masticar y tragar, dificultad para hablar, sensación de que hay algo atascado en la garganta y dificultad para mover la lengua.

Tratamiento

Si se diagnostica temprano y se trata adecuadamente, la mayoría de los casos de este tipo de cáncer (80%) son curables. El cirujano de cabeza y cuello es el profesional encargado de evaluar el estadio de la enfermedad. La radioterapia y la quimioterapia están indicadas cuando la cirugía no es posible o cuando el procedimiento traería secuelas funcionales a la vida del paciente.

La cirugía suele consistir en extirpar la zona afectada por el tumor, asociada a la extirpación de ganglios linfáticos del cuello, y algún tipo de reconstrucción cuando sea necesario. En las lesiones más simples, la cirugía de extirpación del cáncer se resuelve. En casos más complejos, además del procedimiento quirúrgico, es necesaria la radioterapia para complementar el tratamiento y obtener un mejor resultado curativo. En todas las etapas del tratamiento es importante la participación de varios profesionales de la salud, con el objetivo de prevenir complicaciones y secuelas.