La calidad del aire interior es consecuencia de diversos factores que lo influencian desde el proyecto, hasta las instalaciones, el funcionamiento, el mantenimiento, etc.
Especial importancia adquiere las tasas de renovación de aire exterior, así como la eficiencia y el correcto mantenimiento del sistema de filtración.
La detección de los problemas que reducen la calidad del aire interior requiere una verificación de todos los elementos del sistema. En los casos de depósitos de suciedad en cualquier red de ductos es necesaria la utilización de uno de los métodos de limpieza existentes (aspiración por contacto, aire comprimido asociado a la succión, aire comprimido asociados al cepillado y la succión). Anteriormente se recomendaba la realización de una inspección visual seguida de análisis de laboratorio (exámenes microbiológicos) que van a determinar aún la real necesidad de esta limpieza.
El análisis microbiológico puede determinar la necesidad de completar la desinfección del sistema a través de la nebulización de agentes microbicidas (fungicidas, bactericidas, etc.).