L'enfant, même à un jeune âge, ne peut pas être nourri exclusivement avec du lait. Bien que ce soit un aliment riche, il lui manque certains éléments nutritionnels. Et il faut fournir cette carence avec des produits du règne végétal.
Aucune mère ne devrait ignorer la nécessité de donner des jus de fruits au bébé, en particulier lorsqu'il est allaité. Cette mesure vise à fournir le corps des enfants la précieuse vitamine C, et d'autres vitamines, et, aussi, les sels essentiels. La papaye, noix de cajou, orange, citron vert, pomme, tomate, etc., ils sont riches en vitamine C. puericulture et les pédiatres recommandent le citron ou le jus d'orange d'un demi-mois de la vie. A mi-chemin du deuxième mois de vie, le bébé devrait donc commencer à obtenir du jus de fruit pour compléter leur alimentation naturelle. La mère choisira des fruits faciles à trouver, donnant un type à la fois. Vous devriez d'abord penser au citron et à l'orange. Il commencera avec 15 g par jour et augmentera progressivement la dose à 80 ou 100 g.
Au quatrième mois peut être ajouté à ce jus d'autres fruits tels que, par exemple, noix de cajou ou la papaye, qui sont aussi, comme nous l'avons dit, très riche en vitamine C, et peut également donner à l'enfant jus de légumes, comme les carottes, les betteraves, les tomates. La vitamine C, aussi appelée acide ascorbique ne s'accumule pas dans le corps, et que l'exigence quotidienne est réduite (30 mg) à l'enfant est inutile d'administrer de fortes doses une fois dans les préparations qui sont vendus dans les pharmacies. La bonne chose à faire est d'administrer de petites doses, contenues naturellement dans les jus de fruits.
Les enfants plus âgés boivent non seulement le jus, mais mangent aussi la pulpe du fruit parce que leurs besoins sont plus variés. Ils profitent, entre autres, de la pulpe, la cellulose elle-même, qui stimule les mouvements intestinaux. Afin de garantir un bon usage dans les repas des enfants, les fruits doivent être très matures. Lors de la préparation du jus, il convient d'utiliser de la vaisselle stérilisée, de la verrerie, du plastique ou de l'acier inoxydable. Le jus doit être préparé au moment où il est servi. Il n'est pas bon de le préparer à l'avance ou de le stocker pour les repas ultérieurs. Au début, le jus est donné dans une cuillère à thé ou dans une bouteille.
Du jus d'orange et de citron peuvent être extraits en les pressant à la main ou en utilisant un presse-agrumes. Mais pour en extraire le jus de tomate, la carotte, la betterave, etc, il est agréable d'avoir une centrifugeuse ou un mélangeur.
Cela se fait en lavant bien le mélangeur. Mettre à l'échelle le jeu de l'acier (les faquinhas). Il sèche très bien. Couper les tomates en morceaux dans le verre. Bat bien. Une tasse est recouverte de gaze très fine, stérilisée et le jus de tomate est cuit. Comme avec d'autres légumes ou fruits. Avec ces jus, le nourrisson recevra une bonne dose de vitamines et de sels que le lait ne fournit pas suffisamment.
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Las frutas en la alimentación de los niños
El niño, incluso y tierna edad, no puede ser alimentado exclusivamente con leche. Aunque es un rico alimento, le faltan ciertos elementos nutritivos. Y es necesario suplir esa deficiencia con productos del reino vegetal.
Ninguna madre debe ignorar la necesidad de dar jugos de frutas al bebé, principalmente al amamantado al biberón. Esta medida pretende proporcionar al organismo infantil la preciosa vitamina C, además de otras vitaminas, y, así, las indispensables sales. La papaya, el cajú, la naranja, el lima, la manzana, los tomates, etc, son ricas fuentes de vitamina C. los puericultores y pediatras recomiendan el jugo de limón o naranja desde un mes y medio de vida. En la mitad del segundo mes de vida, el bebé debe comenzar a recibir jugo de fruta como complemento de su alimentación natural. La madre elegirá frutas fáciles de encontrar, dando un tipo a la vez. Deberá pensar, en primer lugar, en el limón y la naranja. Comenzará con 15 g diarios y aumentará la dosis gradualmente hasta 80 o 100 g.
En el cuarto mes se puede añadir a ese jugo el de otras frutas, como, por ejemplo, cajú o papaya, que son igualmente, como ya dijimos, riquísimos en vitamina C, y se puede también dar al niño jugo de hortalizas, como zanahoria, remolacha, tomate. La vitamina C, también llamada ácido ascórbico, no se acumula en el organismo, y, como su necesidad diaria es reducida (30 mg) para el lactante, es inútil ministrar de una sola vez grandes dosis en preparados que se venden en las farmacias. Lo cierto es ministrar cada día pequeñas dosis ya contenidas, naturalmente, en los jugos de frutas.
Los niños mayores no sólo beben el jugo, pero también comen la pulpa de las frutas, pues sus necesidades son más variadas. Entre otras cosas, aprovechan, del bagazo, la propia celulosa, que estimula los movimientos intestinales. A fin de que garanticen un buen aprovechamiento en las comidas de los niños, las frutas deben estar bien maduras. En la preparación del jugo, se deben utilizar vasijas de vajilla, vidrio, materia plástica o sustancia inoxidable, esterilizadas. El jugo debe ser preparado en el mismo instante en que será servido. No es bueno prepararlo por adelantado o guardarlo para comidas posteriores. De inicio el jugo se da en una cucharadita de café o en un biberón.
De la naranja y del limón se puede extraer el jugo exprimiendo con la mano o utilizando un exprimidor. Pero para extraer el jugo del tomate, la zanahoria, la remolacha, etc, es bueno tener una centrífuga o una licuadora.
Se procede así: se lava bien el vaso de la licuadora. Se escalera el juego de acero (las faquillas). Se seca muy bien. Se cortan los tomates en pedazos, en el vaso. Se golpea bien. Se cubre una taza con gasa bien fina, esterilizada, y se cierra el jugo del tomate. De igual manera se procede con otras hortalizas o frutas. Con estos jugos el lactante recibirá buena dosis de vitaminas y sales que la leche no proporciona suficientemente.
Ninguna madre debe ignorar la necesidad de dar jugos de frutas al bebé, principalmente al amamantado al biberón. Esta medida pretende proporcionar al organismo infantil la preciosa vitamina C, además de otras vitaminas, y, así, las indispensables sales. La papaya, el cajú, la naranja, el lima, la manzana, los tomates, etc, son ricas fuentes de vitamina C. los puericultores y pediatras recomiendan el jugo de limón o naranja desde un mes y medio de vida. En la mitad del segundo mes de vida, el bebé debe comenzar a recibir jugo de fruta como complemento de su alimentación natural. La madre elegirá frutas fáciles de encontrar, dando un tipo a la vez. Deberá pensar, en primer lugar, en el limón y la naranja. Comenzará con 15 g diarios y aumentará la dosis gradualmente hasta 80 o 100 g.
En el cuarto mes se puede añadir a ese jugo el de otras frutas, como, por ejemplo, cajú o papaya, que son igualmente, como ya dijimos, riquísimos en vitamina C, y se puede también dar al niño jugo de hortalizas, como zanahoria, remolacha, tomate. La vitamina C, también llamada ácido ascórbico, no se acumula en el organismo, y, como su necesidad diaria es reducida (30 mg) para el lactante, es inútil ministrar de una sola vez grandes dosis en preparados que se venden en las farmacias. Lo cierto es ministrar cada día pequeñas dosis ya contenidas, naturalmente, en los jugos de frutas.
Los niños mayores no sólo beben el jugo, pero también comen la pulpa de las frutas, pues sus necesidades son más variadas. Entre otras cosas, aprovechan, del bagazo, la propia celulosa, que estimula los movimientos intestinales. A fin de que garanticen un buen aprovechamiento en las comidas de los niños, las frutas deben estar bien maduras. En la preparación del jugo, se deben utilizar vasijas de vajilla, vidrio, materia plástica o sustancia inoxidable, esterilizadas. El jugo debe ser preparado en el mismo instante en que será servido. No es bueno prepararlo por adelantado o guardarlo para comidas posteriores. De inicio el jugo se da en una cucharadita de café o en un biberón.
De la naranja y del limón se puede extraer el jugo exprimiendo con la mano o utilizando un exprimidor. Pero para extraer el jugo del tomate, la zanahoria, la remolacha, etc, es bueno tener una centrífuga o una licuadora.
Se procede así: se lava bien el vaso de la licuadora. Se escalera el juego de acero (las faquillas). Se seca muy bien. Se cortan los tomates en pedazos, en el vaso. Se golpea bien. Se cubre una taza con gasa bien fina, esterilizada, y se cierra el jugo del tomate. De igual manera se procede con otras hortalizas o frutas. Con estos jugos el lactante recibirá buena dosis de vitaminas y sales que la leche no proporciona suficientemente.
Fruits in children's nutrition
The child, even at a young age, can not be fed exclusively with milk. Although this is a rich food, it lacks certain nutritional elements. And it is necessary to supply this deficiency with products of the vegetable kingdom.
No mother should ignore the need to give fruit juice to the baby, especially when breastfed. This measure aims to provide the child's body with precious vitamin C, in addition to other vitamins, as well as the indispensable salts. Papaya, cashew, orange, lime, apple, tomato, etc., are rich sources of vitamin C. Pediatricians and pediatricians recommend lemon or orange juice for a month and a half. By the middle of the second month of life, the baby should therefore begin to receive fruit juice as a supplement to his or her natural diet. The mother will choose fruits easy to find, giving one type at a time. You should think first of all about lemon and orange. It will start with 15g daily and will increase the dose gradually to 80 or 100g.
By the fourth month, the juice of other fruits, such as cashew or papaya, can be added to this juice, which is also, as we have said, very rich in vitamin C, and it is also possible to give the child vegetable juice, such as carrots, beets, tomatoes. Vitamin C, also called ascorbic acid, does not accumulate in the body, and since its daily requirement is reduced (30 mg) to the infant, it is useless to administer large doses at once in preparations sold in pharmacies. The right thing to do is to administer small doses already contained, naturally, in the fruit juices.
Older children not only drink the juice, but also eat the pulp of the fruit because their needs are more varied. Among other things, they take advantage of pulp, cellulose itself, which stimulates bowel movements. In order to guarantee a good use in the children's meals, the fruits must be very mature. In the preparation of the juice, sterilized dishes, glassware, plastic or stainless steel should be used. The juice should be prepared the moment it is served. It is not good to prepare it in advance or store it for later meals. At first the juice is given in a tea spoon or in a bottle.
From orange and lemon juice can be extracted by squeezing them by hand or using a juicer. But to extract the juice from the tomato, carrot, beet, etc., it is good to have a centrifuge or a blender.
This is done by washing the blender well. Scale the game of steel (the faquinhas). It dries very well. Cut the tomatoes into pieces in the glass. Beats well. A cup is covered with very fine gauze, sterilized, and the tomato juice is cooked. As with other vegetables or fruits. With these juices the infant will receive a good dose of vitamins and salts that the milk does not provide enough.
No mother should ignore the need to give fruit juice to the baby, especially when breastfed. This measure aims to provide the child's body with precious vitamin C, in addition to other vitamins, as well as the indispensable salts. Papaya, cashew, orange, lime, apple, tomato, etc., are rich sources of vitamin C. Pediatricians and pediatricians recommend lemon or orange juice for a month and a half. By the middle of the second month of life, the baby should therefore begin to receive fruit juice as a supplement to his or her natural diet. The mother will choose fruits easy to find, giving one type at a time. You should think first of all about lemon and orange. It will start with 15g daily and will increase the dose gradually to 80 or 100g.
By the fourth month, the juice of other fruits, such as cashew or papaya, can be added to this juice, which is also, as we have said, very rich in vitamin C, and it is also possible to give the child vegetable juice, such as carrots, beets, tomatoes. Vitamin C, also called ascorbic acid, does not accumulate in the body, and since its daily requirement is reduced (30 mg) to the infant, it is useless to administer large doses at once in preparations sold in pharmacies. The right thing to do is to administer small doses already contained, naturally, in the fruit juices.
Older children not only drink the juice, but also eat the pulp of the fruit because their needs are more varied. Among other things, they take advantage of pulp, cellulose itself, which stimulates bowel movements. In order to guarantee a good use in the children's meals, the fruits must be very mature. In the preparation of the juice, sterilized dishes, glassware, plastic or stainless steel should be used. The juice should be prepared the moment it is served. It is not good to prepare it in advance or store it for later meals. At first the juice is given in a tea spoon or in a bottle.
From orange and lemon juice can be extracted by squeezing them by hand or using a juicer. But to extract the juice from the tomato, carrot, beet, etc., it is good to have a centrifuge or a blender.
This is done by washing the blender well. Scale the game of steel (the faquinhas). It dries very well. Cut the tomatoes into pieces in the glass. Beats well. A cup is covered with very fine gauze, sterilized, and the tomato juice is cooked. As with other vegetables or fruits. With these juices the infant will receive a good dose of vitamins and salts that the milk does not provide enough.
Frutas e cereais
As frutas e os cereais não eram apenas os alimentos mais úteis aos nossos antepassados, mas também os mais econômicos. Encontravam-se por toda parte, e quando não eram encontrados, cuidava-se, desde cedo, de cultiva-los. Ainda é comum em alguns países, preferir alugar ou comprar uma casa com grande quintal onde se possam plantar legumes e hortaliças. Não há fazenda, engenho, sítio, chácara ou recanto que não tenha o seu pomar e a sua horta.
Foi a civilização que veio alterar, e com grave dano para humanidade, esse hábito milenário e precioso de só comer vegetais. Fugimos da alimentação natural e pura para nos entregarmos ao regime artificial de consequências muitas vezes lamentáveis para nosso organismo.
Felizmente, a campanha do retorno à alimentação originária e sadia vai sendo feita com entusiasmo, dedicação e resultados apreciáveis. Já em quase todas as cidades se encontram, não só nos mercados, mas também em muitas casas especialistas, excelentes variedades de frutas, cereais, legumes e hortaliças a preços vantajosos, capazes de interessarem todas as classes sociais.
O vegetarianismo pode e deve ser praticado por todos, em climas quentes ou frios. Nas regiões frias é bastante auxiliá-lo com alimentos graxos e óleos para atingir as calorias necessárias ao equilíbrio orgânico. Quase sempre o azeite, a manteiga, as gorduras e os óleos são suficientes para alcançar esse equilíbrio. Num clima quente, o regime vegetariano é uma necessidade. São os vegetais que comemos, que depuram o organismo, aliviando o sangue de suas toxinas.
Nos vegetais encontramos quase todos os elementos indispensáveis ao nosso completo desenvolvimento. E se à alimentação vegetal unirmos o leite, os ovos e o mel, teremos, então, completa a lista dos nossos principais alimentos.
Foi a civilização que veio alterar, e com grave dano para humanidade, esse hábito milenário e precioso de só comer vegetais. Fugimos da alimentação natural e pura para nos entregarmos ao regime artificial de consequências muitas vezes lamentáveis para nosso organismo.
Felizmente, a campanha do retorno à alimentação originária e sadia vai sendo feita com entusiasmo, dedicação e resultados apreciáveis. Já em quase todas as cidades se encontram, não só nos mercados, mas também em muitas casas especialistas, excelentes variedades de frutas, cereais, legumes e hortaliças a preços vantajosos, capazes de interessarem todas as classes sociais.
O vegetarianismo pode e deve ser praticado por todos, em climas quentes ou frios. Nas regiões frias é bastante auxiliá-lo com alimentos graxos e óleos para atingir as calorias necessárias ao equilíbrio orgânico. Quase sempre o azeite, a manteiga, as gorduras e os óleos são suficientes para alcançar esse equilíbrio. Num clima quente, o regime vegetariano é uma necessidade. São os vegetais que comemos, que depuram o organismo, aliviando o sangue de suas toxinas.
Nos vegetais encontramos quase todos os elementos indispensáveis ao nosso completo desenvolvimento. E se à alimentação vegetal unirmos o leite, os ovos e o mel, teremos, então, completa a lista dos nossos principais alimentos.
Fruits and cereals
Fruits and cereals were not only the foods most useful to our ancestors, but also the most economical. They were found everywhere, and when they were not found, he took care, from an early age, of cultivating them. It is still common in some countries to prefer to rent or buy a house with a large yard where vegetables and vegetables can be planted. There is no farm, plantation, site, farm or nook that does not have its orchard and its garden.
It was civilization that changed, and with grave damage to humanity, this millenary and precious habit of eating only vegetables. We flee from natural and pure food to give ourselves to the artificial regime with consequences that are often lamentable for our organism.
Fortunately, the campaign of returning to healthy and original food is being done with enthusiasm, dedication and appreciable results. In almost all cities, not only in the markets, but also in many specialist houses, excellent varieties of fruit, cereals, vegetables and vegetables at advantageous prices, capable of affecting all social classes.
Vegetarianism can and should be practiced by everyone in hot or cold climates. In the cold regions it is enough to help you with fatty foods and oils to reach the calories necessary to the organic balance. Often the oil, the butter, the fats and the oils are enough to reach that balance. In a hot climate, vegetarian regime is a necessity. They are the vegetables we eat, which purify the body, relieving the blood of its toxins.
In vegetables we find almost all the elements indispensable to our complete development. And if we combine milk, eggs and honey together, we will have the list of our main foods complete.
It was civilization that changed, and with grave damage to humanity, this millenary and precious habit of eating only vegetables. We flee from natural and pure food to give ourselves to the artificial regime with consequences that are often lamentable for our organism.
Fortunately, the campaign of returning to healthy and original food is being done with enthusiasm, dedication and appreciable results. In almost all cities, not only in the markets, but also in many specialist houses, excellent varieties of fruit, cereals, vegetables and vegetables at advantageous prices, capable of affecting all social classes.
Vegetarianism can and should be practiced by everyone in hot or cold climates. In the cold regions it is enough to help you with fatty foods and oils to reach the calories necessary to the organic balance. Often the oil, the butter, the fats and the oils are enough to reach that balance. In a hot climate, vegetarian regime is a necessity. They are the vegetables we eat, which purify the body, relieving the blood of its toxins.
In vegetables we find almost all the elements indispensable to our complete development. And if we combine milk, eggs and honey together, we will have the list of our main foods complete.
Frutas y cereales
Las frutas y los cereales no eran sólo los alimentos más útiles para nuestros antepasados, sino también los más económicos. Se encontraban por todas partes, y cuando no se encontraban, se cuidaba, desde temprano, de cultivarlos. Es común en algunos países, preferir alquilar o comprar una casa con gran patio donde se puedan plantar legumbres y hortalizas. No hay granja, ingenio, sitio, chacra o rincón que no tenga su huerto y su huerto.
Fue la civilización que vino a alterar, y con grave daño para la humanidad, ese hábito milenario y precioso de sólo comer vegetales. Fugamos de la alimentación natural y pura para entregarnos al régimen artificial de consecuencias muchas veces lamentables para nuestro organismo.
Afortunadamente, la campaña del retorno a la alimentación originaria y sana va siendo hecha con entusiasmo, dedicación y resultados apreciables. En casi todas las ciudades se encuentran, no sólo en los mercados, pero también en muchas casas especialistas, excelentes variedades de frutas, cereales, legumbres y hortalizas a precios ventajosos, capaces de interesar a todas las clases sociales.
El vegetarianismo puede y debe ser practicado por todos, en climas cálidos o fríos. En las regiones frías es bastante ayudarle con alimentos grasos y aceites para alcanzar las calorías necesarias para el equilibrio orgánico. Casi siempre el aceite, la mantequilla, las grasas y los aceites son suficientes para alcanzar ese equilibrio. En un clima cálido, el régimen vegetariano es una necesidad. Son los vegetales que comemos, que depuran el organismo, aliviando la sangre de sus toxinas.
En los vegetales encontramos casi todos los elementos indispensables para nuestro completo desarrollo. Y si a la alimentación vegetal unimos la leche, los huevos y la miel, tendremos entonces completa la lista de nuestros principales alimentos.
Fue la civilización que vino a alterar, y con grave daño para la humanidad, ese hábito milenario y precioso de sólo comer vegetales. Fugamos de la alimentación natural y pura para entregarnos al régimen artificial de consecuencias muchas veces lamentables para nuestro organismo.
Afortunadamente, la campaña del retorno a la alimentación originaria y sana va siendo hecha con entusiasmo, dedicación y resultados apreciables. En casi todas las ciudades se encuentran, no sólo en los mercados, pero también en muchas casas especialistas, excelentes variedades de frutas, cereales, legumbres y hortalizas a precios ventajosos, capaces de interesar a todas las clases sociales.
El vegetarianismo puede y debe ser practicado por todos, en climas cálidos o fríos. En las regiones frías es bastante ayudarle con alimentos grasos y aceites para alcanzar las calorías necesarias para el equilibrio orgánico. Casi siempre el aceite, la mantequilla, las grasas y los aceites son suficientes para alcanzar ese equilibrio. En un clima cálido, el régimen vegetariano es una necesidad. Son los vegetales que comemos, que depuran el organismo, aliviando la sangre de sus toxinas.
En los vegetales encontramos casi todos los elementos indispensables para nuestro completo desarrollo. Y si a la alimentación vegetal unimos la leche, los huevos y la miel, tendremos entonces completa la lista de nuestros principales alimentos.
Frutta e cereali
Frutta e cereali non erano solo i cibi più utili per i nostri antenati, ma anche i più economici. Sono stati trovati dappertutto e, quando non sono stati trovati, si è preso cura, sin dalla tenera età, di coltivarli. In alcuni paesi è ancora comune preferire affittare o comprare una casa con un grande cortile dove possono essere piantate verdure e ortaggi. Non c'è fattoria, piantagione, sito, fattoria o angolo che non abbia il suo frutteto e il suo giardino.
È stata la civiltà a cambiare e con gravi danni all'umanità questa millenaria e preziosa abitudine di mangiare solo verdure. Scappiamo dal cibo naturale e puro per donarci al regime artificiale con conseguenze che sono spesso deplorevoli per il nostro organismo.
Fortunatamente, la campagna di ritorno al cibo sano e originale viene fatta con entusiasmo, dedizione e risultati apprezzabili. In quasi tutte le città, non solo nei mercati, ma anche in molte case specializzate, eccellenti varietà di frutta, cereali, verdure e verdure a prezzi vantaggiosi, capaci di colpire tutte le classi sociali.
Il vegetarismo può e dovrebbe essere praticato da tutti in climi caldi o freddi. Nelle regioni fredde è sufficiente per aiutare con cibi grassi e oli per raggiungere le calorie necessarie per l'equilibrio organico. Spesso l'olio, il burro, i grassi e gli oli sono sufficienti per raggiungere quell'equilibrio. In un clima caldo, il regime vegetariano è una necessità. Sono le verdure che mangiamo, che purificano il corpo, alleviando il sangue dalle sue tossine.
Nelle verdure troviamo quasi tutti gli elementi indispensabili per il nostro completo sviluppo. E se combiniamo latte, uova e miele insieme, avremo la lista dei nostri alimenti principali completi.
È stata la civiltà a cambiare e con gravi danni all'umanità questa millenaria e preziosa abitudine di mangiare solo verdure. Scappiamo dal cibo naturale e puro per donarci al regime artificiale con conseguenze che sono spesso deplorevoli per il nostro organismo.
Fortunatamente, la campagna di ritorno al cibo sano e originale viene fatta con entusiasmo, dedizione e risultati apprezzabili. In quasi tutte le città, non solo nei mercati, ma anche in molte case specializzate, eccellenti varietà di frutta, cereali, verdure e verdure a prezzi vantaggiosi, capaci di colpire tutte le classi sociali.
Il vegetarismo può e dovrebbe essere praticato da tutti in climi caldi o freddi. Nelle regioni fredde è sufficiente per aiutare con cibi grassi e oli per raggiungere le calorie necessarie per l'equilibrio organico. Spesso l'olio, il burro, i grassi e gli oli sono sufficienti per raggiungere quell'equilibrio. In un clima caldo, il regime vegetariano è una necessità. Sono le verdure che mangiamo, che purificano il corpo, alleviando il sangue dalle sue tossine.
Nelle verdure troviamo quasi tutti gli elementi indispensabili per il nostro completo sviluppo. E se combiniamo latte, uova e miele insieme, avremo la lista dei nostri alimenti principali completi.
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