En los tiempos antiguos se hacía abundante consumo de miel como alimento promotor de longevidad. La miel es el azúcar natural, el azúcar vivo, el azúcar vitaminado. La miel no sólo añade calorías, sino también vitaminas y sales, verdaderos medicamentos que tonifican y vitalizan el cerebro, los nervios, los músculos y los huesos. La abeja nos da rico y vivo el azúcar que la turbina cocina y refina.