1. Mójese las manos con agua;
2. Extienda el jabón sobre todas las superficies de las manos;
3. Haga espuma con las palmas frotándolas;
4. Frote la palma de su mano derecha contra el dorso de su mano izquierda, entrelazando sus dedos;
5. Repita el proceso anterior con su mano izquierda contra el dorso de su mano derecha;
6. Entrelaza los dedos y frota los espacios entre ellos;
7. Frote el dorso de los dedos de una mano con la palma de la mano opuesta (y viceversa), sosteniendo los dedos, con un movimiento de ida y vuelta;
8. Frote sus pulgares con la ayuda de la palma de la mano opuesta, haciendo un movimiento circular;
9. Frote las pulpas digitales y las uñas de una mano contra la palma opuesta, ahuecada y haciendo un movimiento circular;
10. Primero enjuague las muñecas;
11. Ahora enjuague sus manos, evitando el contacto directo de la mano enjabonada con el grifo (trate de usar los codos al abrir);
12. Séquelos con una toalla de papel desechable o de un solo uso cuando esté en casa;
13. Use la toalla de papel para cerrar el grifo. ¡Listo! Ahora tus manos están a salvo.
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